viernes, 20 de febrero de 2009

a clockwork orange.

[...] Sin embargo, el tratamiento planteado en La Naranja Mecánica tiene una falla pues elimina las opciones, la moral, la ética, la capacidad de discernir y de optar por una reacción. Alex no puede defenderse cuando es apaleado por sus ex droogies y por un grupo de indigentes (uno de los cuales, había sido agredido por Alex y sus droogies), y defenderse debería ser una reacción natural, pero gracias a la programación (que se le da en la cárcel), Alex es incapaz de moverse, de evadir los golpes, ni siquiera es capaz de huir. Anthony Burguess habla sobre este tema en el prólogo a la edición en español:

"… por definición, el ser humano está dotado de libre albedrío y puede elegir entre el bien y el mal. Si sólo puede actuar bien o sólo puede actuar mal, no será más que una naranja mecánica, lo que quiere decir que en apariencia será un hermoso organismo con color y zumo, pero de hecho no será más que un juguete mecánico al que Dios o el Diablo (o el Todopoderoso Estado, ya que está sustituyéndolos a los dos), le dará cuerda. Es tan inhumano ser totalmente bueno como ser totalmente malvado. Lo importante es la elección moral. La maldad tiene que existir junto a la bondad para que pueda darse esa elección moral. La vida se sostiene gracias a la enconada oposición de entidades morales. De eso hablan los noticiarios televisivos. Desgraciadamente hay en nosotros tanto pecado original que el mal nos parece atractivo. Destruir es más fácil y mucho más espectacular que crear. "

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